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Aprovechar el sol desde el agua: el futuro de la energía renovable

Madrid, 17 de febrero de 2025 – La energía fotovoltaica flotante se está posicionando como una de las soluciones más innovadoras y prometedoras para el futuro de la generación de energía limpia. A medida que la demanda mundial de energía renovable crece, esta tecnología emergente ofrece una alternativa eficaz para aprovechar el potencial solar sin ocupar grandes extensiones de tierra. 

Instalando paneles solares sobre cuerpos de agua como lagos, embalses o incluso mares, se abren nuevas posibilidades para generar electricidad de manera sostenible, minimizando el impacto ambiental y optimizando el uso de los recursos naturales. En este contexto, la energía fotovoltaica flotante representa un avance tecnológico y una oportunidad para avanzar hacia un futuro más verde y eficiente en términos energéticos. ¿Y cómo funciona? Este tipo de energía se basa en la instalación de paneles solares sobre plataformas flotantes ubicadas sobre cuerpos de agua. Estos paneles se organizan en módulos solares, con una capacidad de generación específica de electricidad limpia.

Para asegurar que los módulos no se desplacen debido a vientos fuertes, las plataformas flotantes están ancladas al fondo del cuerpo de agua mediante bloques de cemento, que proporcionan estabilidad y evitan que las estructuras floten y se desplacen libremente. Más tarde, un sistema de cables, transporta la electricidad generada en el agua hasta la orilla, donde se conecta a la red eléctrica para su distribución.

De este modo, la energía fotovoltaica flotante no solo aprovecha el espacio acuático de manera eficiente, sino que también maximiza el rendimiento de la generación solar a través de un sistema de anclaje y transmisión bien diseñado. Esta tecnología tiene el potencial de generar grandes rendimientos, ya que la proximidad al agua ayuda a enfriar los paneles solares, lo que favorece su funcionamiento eficiente incluso en condiciones de calor extremo.

Este enfriamiento natural supone una ventaja competitiva, ya que incrementa la eficiencia de las células solares, evitando el sobrecalentamiento que puede afectar al rendimiento en sistemas solares terrestres,. El contrapunto es que normalmente, la inversión inicial para desarrollar la tecnología flotante es mayor que aquella necesaria para construir una estructura terrestre. Otras ventajas de la flotante es que tiene un menor impacto en el suelo, permitiendo que se conserve para otros fines, y a la hora de la limpieza, está menos expuesta al polvo en comparación con las tecnologías convencionales. SferaOne es una empresa española especializada en soluciones energéticas sostenibles que ha querido aportar su grano de arena en la transición energética, tratando de desarrollar proyectos que sean valiosos de cara al futuro. Para ello, se encuentran en vías de construcción de una planta fotovoltaica flotante de 12.9 MW en el embalse hidroeléctrico de Vau i Dejes, en Albania. Este proyecto, financiado por el WBIF (Western Balkans Investment Framework) y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD), es el primero de su tipo en el país y es un modelo replicable para otras regiones europeas.

La planta contribuirá a la generación de energía renovable en una región en constante crecimiento, a la vez que abrirá la puerta a nuevas oportunidades para la integración de tecnologías limpias en infraestructuras ya existentes. Al instalar paneles solares flotantes en un embalse hidroeléctrico, buscamos maximizar la eficiencia energética al mismo tiempo que aprovechamos un espacio subutilizado, sin necesidad de ocupar terrenos adicionales.

Este enfoque permite no solo generar electricidad de forma limpia, sino también mejorar el rendimiento de los sistemas hidroeléctricos mediante la reducción de la evaporación del agua. El proyecto en Vau i Dejes es una muestra del compromiso de la compañía con el desarrollo sostenible y un paso más hacia un futuro energético más verde, que puede inspirar a otras regiones a adoptar tecnologías similares. Con este tipo de iniciativas, SferaOne promueve en Europa una economía más eficiente y menos dependiente de fuentes de energía contaminantes, que esté comprometida con la transición energética.

Por esta razón, este tipo de proyectos no se limitan al país de Albania, y en SferaOne siguen expandiendo su presencia en otros países con el fin de promover la energía renovable a gran escala. Sin ir más lejos, el Ministerio de Energía de Azerbaiyán inauguró en agosto del año pasado una nueva planta fotovoltaica flotante en el Lago Boyuksor, situado en Bakú, también desarrollada por la empresa española.

Con una capacidad de 100 kWp, esta planta es otro ejemplo más del impacto positivo que las tecnologías de energía solar flotante pueden tener en el medio ambiente, especialmente cuando se instalan en ecosistemas acuáticos. La planta no solo produce energía limpia, sino que también optimiza el rendimiento energético gracias al efecto enfriador que el agua proporciona a los paneles solares, manteniéndolos a una temperatura más baja. Esto incrementa su eficiencia y prolonga su vida útil.

Además de los beneficios energéticos, la instalación de esta planta fotovoltaica tiene un impacto medioambiental adicional: ayuda a reducir la proliferación de algas en el agua y disminuye la evaporación del lago, lo que mejora la calidad del agua y contribuye al equilibrio ecológico. La inauguración de esta planta fotovoltaica flotante en el Lago Boyuksor representó un logro tanto para SferaOne como para la transición energética en Azerbaiyán. Esta tecnología permite aprovechar el gran potencial solar de la región de manera eficiente, y demuestra de nuevo el compromiso actual de Europa con la innovación y la sostenibilidad.

La planta de Azerbaiyán está compuesta por 264 módulos divididos entre la instalación sobre terreno (16) y la instalación flotante (248), sumando una potencia pico de 120 Wp. Se incorporaron además dos inversores diferentes, uno para cada instalación. La salida de potencia del inversor flotante es de 100 kW, pero está limitada a 94 kW, mientras que la del inversor sobre terreno es de 6 kW. Proyectos como el de Boyuksor reflejan la versatilidad y eficiencia de la energía fotovoltaica flotante y, además son una prueba de cómo las soluciones energéticas innovadoras pueden aportar beneficios más allá de la simple producción de electricidad. El papel que tienen desde SferaOne para desarrollar proyectos de este tipo en diferentes regiones es un testimonio de cómo las energías renovables pueden transformar y mejorar tanto el entorno natural como las infraestructuras existentes, abriendo el camino hacia un futuro más sostenible.

En conclusión, la energía fotovoltaica flotante emerge como una de las soluciones más innovadoras y prometedoras en el panorama de las energías renovables, abriendo nuevas posibilidades para generar electricidad limpia de manera eficiente y sostenible. Este tipo de tecnología no solo optimiza el uso de recursos naturales, sino que también minimiza el impacto ambiental al aprovechar espacios acuáticos que, de otro modo, permanecerían subutilizados. Sumado a esto, se reduce el impacto sobre el suelo, una ventaja considerable en un mundo donde la conservación de los ecosistemas es fundamental. Además, gracias a su capacidad para enfriar naturalmente los paneles solares, su eficiencia es mayor.

Los proyectos de plantas fotovoltaicas flotantes, como el desarrollado en Albania o el de Azerbaiyán, demuestran que esta tecnología tiene el potencial de transformar tanto las infraestructuras energéticas como los ecosistemas acuáticos, al disminuir la evaporación y contribuir al equilibrio ecológico. Con el crecimiento de la demanda de energías limpias a nivel global, esta tecnología está demostrando su viabilidad y se está consolidando como una alternativa clave para diversificar las fuentes de energía renovable y avanzar hacia un futuro energético más verde.

En este contexto, la inversión y el desarrollo de proyectos fotovoltaicos flotantes no solo benefician a la producción de electricidad, sino que también contribuyen significativamente a la transición hacia una economía más eficiente y menos dependiente de fuentes de energía contaminantes. Con un enfoque claro en la sostenibilidad y la innovación, la energía fotovoltaica flotante se presenta como una de las piedras angulares en la lucha contra el cambio climático, con el potencial de extender su impacto positivo más allá de los límites de las infraestructuras actuales, inspirando a regiones de todo el mundo a adoptar soluciones más limpias y eficientes.

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